Nuestro plato de hoy es conocido por todos. Tradicionales y exquisitas, unas buenas migas nunca serán despreciadas por nadie como plato principal o como antiguamente para un desayuno de campeones. A continuación os dejamos la receta tradicional que hacían nuestras abuelas, pero con un toque picante que les va muy bien y terminadas con un secreto ibérico que las hacen muy muy apetecibles.
Ingredientes:
- 1 pan de pueblo
- 80 ml. de AOVE
- 200 gr. de chistorra
- 5/6 pimientos verdes
- 1 cabeza de ajos
- 2 cayenas
- 2 pimientos choriceros
- 1 cucharadita de pimentón de la vera
- 200 gr. de secreto ibérico
- Agua c/s
- Sal al gusto
Elaboración:
Antes de empezar toda la elaboración debemos cortar el pan en rebanadas de no mas de 3-4 cm de largo, vamos… «rebanar de toa la vida». A continuación, con un poco de agua ligeramente salada, vamos añadiéndole de forma que queden húmedas pero no mojadas en exceso y, posteriormente, las reservamos.
En un perol, añadimos el secreto cortado en tiras con la mínima cantidad de aceite posible, dejamos que se dore y a la vez suelte algo de su propia grasa. Añadimos el resto del aceite para empezar a freír y lo calentamos. Añadimos los ajos y las cayenas, para conseguir darle sabor y que ademas quede picante, reservamos los ajos y en el mismo aceite incorporamos los pimientos verdes. Una vez queden bien fritos, reservamos también. Terminamos por freír los pimientos choriceros previamente hidratados en agua tibia y, por último, la chistorra. Es importante que el aceite no alcance temperaturas muy altas para no quemarlo, porque con todo este proceso hemos conseguido darle sabor para las migas. Una vez hecho esto, ya tenemos todas las guarniciones preparadas para añadírselas.
En nuestro perol que contiene el aceite, incorporamos las migas y empezamos a remover de abajo hacia arriba. Es un proceso bastante largo y no debemos dejar de darle vueltas hasta que queden totalmente sueltas y con apariencia tostadita.
Una vez terminadas las migas, le añadimos todos los ingredientes a excepción del secreto que lo reservamos para emplatar y ponerlo encima.
